lunes, 8 de abril de 2013

CAPÍTULO 81


Después de un fin de semana largo volver a la rutina se hace difícil y más aún para Pedro que ya de por sí  le cuesta arrancar por las mañanas pero hoy debían comenzar a preparar el siguiente ritmo que si todo salía bien bailaban la semana entrante.
Algo para destacar en este día fue el lunes que ambos pasaron muy mimosos los dos por lo que no tomo con mal humor que su novia con pequeños besos lo despertara esa mañana.
-mmmm que dulce.
-Levantate que hay sorpresita.
-En serio???
-Sí el guión de concubinos!!! Jajajajaja
-Ufa me despiertas para estudiar.
-Dale gordo acá está tu café, bien batidito que te hizo tu amorcito.
-aaahhhh está bien aguántame que ya vuelvo.
Fregándose los ojos corre las sábanas dejando al descubierto su cuerpo solo cubierto por el bóxer, “-Cómo que está más musculoso, mi gordo” piensa Paula con mirada de admiración. Él sin darse cuenta que era objeto de observación se dirige con pasos vagos, fiaquentos, sin tiempo.
-mmmm gordi, estás creando músculo.
-mmmmm
-Sí, tus pompis paraditas excitan a cualquier mortal.
-Deja de decir pavadas y comenzá a leer el guión.
-Sí porque es mejor que nadie se avive de eso, no quiero que te vean con otros ojos.
-jaja dale, lee que no me voy a poder aprender la letra para la tarde.
Ella comienza la lectura del libreto y siguió haciéndolo cuando su novio se sentó a su lado en la cama y bebía su café de a sorbitos.
Un buen rato le dedicaron a leer el libreto, luego ambos se preparan y salen para el gimnasio donde practicarían el siguiente ritmo que era  la cumbia.
Transitaban por las calles de Buenos Aires tranquilos ya que según Paula, Pedro no acelera demasiado cuando estando él atento al cruce de calle, escucha.
-Para!!! Pedro.
-Qué pasa nena!!!
-Casi pisas al perrito.
-No seas tarada si ya lo vi no es necesario que pegues esos alaridos; uno de estos día vamos a terminar chocando por tus gritos.
-Pero cruzaba la calle y vos ibas rápido.
-Paula no exageres estaba como a 50 mt y no iba fuerte.
Definitivamente un hecho puede transformar u dulce día en uno tormentoso con truenos y relámpagos. Ambos llegan discutiendo al gimnasio y así los recibió Vanesa.
-Haaa bueeee hoy tenemos uno de esos días y ahora que sucedió???
-Casi matamos un perro que cruzaba la calle y se enojó porque le dije que frenara.
-Uno, yo vi al perro y dos, estaba a una cuadra.
-Haaa estamos re bien jajajaja pónganse uno enfrente del otro. No!!! Paula no dije que lo toques; ambos renuentes hacen lo que Vanesa les pide.
-Ahora mirala a los ojos y decime que ves.
-Una exagerada 100%.
-Yo exagerada!!! Nada que ver.
-Paula!!! A vos no te toca todavía… que más Pedro.
-A una chueca….
Ella constantemente haciéndole muecas a cada calificativo que él le daba. Que lograban que dejara su postura adusta para lograr sonreír, que era lo que a Paula la hacía morir de ternura.
-Ahora vos Paula, que ves enfrente tuyo.
-Los ojos más hermosos del chueco más lindo que conocí en mi vida.
Y diciendo esto lo toma con ambas manos del rostro y lo acerca para darle un beso.
-Sé que soy una exagerada.
-Y que un día vas a provocar que choquemos con tus gritos.
-También… me perdonas???
-Ay pongámonos a ensayar.
Corta Vanesa el momento idílico y sin pausa comienza a marcar la coreo.


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