Paula
se despierta a las doce, se higieniza y se prepara para salir pero como era muy
temprano realizó un mate y se sentó en la galería a tomarlo; suena su celular y
lo atiende.
-Hola
mamu.
-Hola
hermosa, te llamaba porque ya te conseguí una señora para que te ayude en la
casa.
-En
serio, genial y cuando puede venir??
-Ahí
está el problema es tía de la señora que me ayuda a mí y llega el sábado de
Buen Aires, si no te jode mucho esperar hasta el lunes.
-No
si no hay otra la espero además me gusta que sea medianamente conocida.
-Si
la mía es de total confianza jajajajajaja me la traje de casa.
-Buenísimo
me gusta por lo menos es pariente de la tuya.
-Si
es muy buena gente y súper discreta quedate tranquila.
En
eso oye que Pedro la llama desde la habitación por lo que saluda a nazarena,
cuelga la llamada y se dirige a ver que quería su novio.
-Pauuu
-Sí
que pasa?
-Yo
no sé dónde está mi ropa en esta casa.
-Dónde
la dejas, tirada por el piso o amontonada sobre el canasto, tanto te cuesta
levantar la tapa y colocarla adentro??
-Desde
que llegamos solo reclamos recibo, que te pasa nena??
-Cómo
que me pasa? Vos parece que viniste de vacaciones y te recuerdo que acá vivimos
dos personas y los dos debemos sacar adelante la casa pero vos no sabes ni si
hay pan.
-Todo
el día te pasas reclamando que no hagas esto, no dejes aquello si querés estar
sola decímelo y me voy.
-Te
das cuenta que no entendés nada Pedro y que lo que digo lo interpretas a tu
modo.
-Pero
eso es lo que siento desde que llegamos, me vivís cagando a pedo y encima no te
importa quién esté.
-No
te cago a pedo, solo quiero que veas que esta casa es de los dos.
-Sí,
pero al parecer parece solo tuya.
Recibe
un silencio como respuesta ya que ella se da media vuelta y sale de la
habitación; al rato siente el auto que sale a toda velocidad. Él baja corriendo
las escaleras pero solo el polvo pudo ver, eso lo dejó más molesto aún y con
una mezcla de angustia.
Paula
llega a lo de Horacio y al verlo salir se tira a sus brazos llorando, él como a
unas de sus hijas la abraza y calma, agradece que nadie esté despierto aún para
que no se enteren de nada.
-Calma,
preciosa, qué paso? Espera hago un mate y salimos.
Horacio
entra a la casa saca el termo y el mate, le pide las llaves y salen para el
lado del lago; cuando encuentran un lugar estaciona el auto, salen y se sientan
en el pasto.
-Bien
ahora contame que pasó?
-Discutimos
muy fuerte y me dijo que yo desde que llegamos estoy intentando que se vaya.
-Pero
cómo puede pensar una cosa así, es tarado.
-Me
reclamó que no tiene lugar en la casa, mi ropa también quedó en una valija y en
el piso.
-Paula
lo que te voy a decir no es para defender a mi hijo sino para que lo entiendas.
Anita era un amor con todos sus hijos pero por pepe tenía una devoción especial
y lo malcrió demasiado; ella y sus hermanas jamás dejaron que él realice cosa
alguna en la casa.
-Sin
embargo, yo soy la mayor de tres hermanos y siempre me hice cargo de todo.
-Sí,
querida es por donde yo veo los problemas que están teniendo.
-Pero
no me puede decir que no lo quiero en casa, cuando yo me desvivo por atenderlo.
-Lo
sé, lo sé… pero date cuenta que por ser el menor de cinco hermanos es el más
caprichoso.
-Y
chocamos con mis caprichos y manías.
-No
son manías, solo queres mantener arreglada la casa y en orden cosa que Pepe
siempre tuvo sin que él mueva un dedo.
Más
de una hora se pasan charlando y cuando Paula está más calmada, le dice:
-Qué
vas hacer ahora??
-Voy
a ir al súper necesitamos víveres.
-Bueno
te acompaño y luego me llevas a casa.
-Gracias
Horacio me hizo mucho bien hablar con vos.
Acompañada
por su suegro realiza las compras y se dirige a su casa, luego de dejar a
Horacio en la suya.
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