jueves, 3 de enero de 2013

CAPITULO 4


La bocina de Gonza anuncia la llegada de la mamá y el hermano de Paula.
-Gordo, levantate, llegaron Mamá y Gonza.
-mmmmmm ok, amor.
Ella corre al baño le lava la cara, se cepilla los dientes y baja corriendo a abrir la puerta.
Durante el resto del día fueron llegando los parientes de Pedro, sus hermanas, hermano, sobrinos y Padre.
Se dirigen al centro a comprar lo necesario para la cena de Noche buena. Obviamente Pedro no realiza el asado, se encarga su Padre.
La mujeres se encargan de las ensaladas, entre charlas de ropas, colores y accesorios.
Pedro había instalado la play en su dormitorio así que mientras se prepara la cena él, Fede y Gonza se juegan un partidito, hasta que son interrumpidos por Paula.
-No puede ser que estemos todos allá abajo en una gran charla amena y ustedes tremendos grandulones aquí encerrados jugando.
-No jodas que ya terminamos.
-Sí, Pedro erra el último penal, y  apagamos.
-Calláte que te vengo rompiendo el orto 3 a 1.
-No los soporto cuando se ponen así de guarangos.
-Fácil nena, andáte del cuarto.
-grrrrrr.
Paula baja visiblemente enojada y lo manifiesta al cerrar la puerta con mucha fuerza.
-Les juro que odio esa porquería de aparato.
-jajajajajaja que pasó? Te echaron.
-Sí, Pedro se emboba mal por ese aparato.
-Dejálos hija, cuando terminan van a bajar.
Le dice Horacio mientras realizaba el asado con una sonrisa en los labios.
-mmmmm sí seguramente, el hambre los va hacer bajar.
En ese instante entran a la sala los responsables del enojo de Paula.
-No te lo dije?? Jajajajaja
Ella no emite palabra y se encarga de jugar con Delfina que quería ordenar a su manera las bijouterie.
Todos se sientan a la mesa y la charla se generaliza, Pedro y Paula se ubican uno al lado del otro y él al observar que ella continuaba molesta, en un intento de reconciliación le dice.
-Me servís ensalada, gordi?
Ella lo mira con toda la intención de contestarle pero al ver la cara de gatito abandonado de su novio.
-No lo vas a conseguir así.
-Así entonces.
Le dice abrazándola y besándola con mucha ternura.
-Te amo.
Las carcajadas de todos los presentes hacen que ella vuelva a la realidad. Con la cara visiblemente sonrosada toma la fuente de ensalada y le sirve a su novio.
La charla se generaliza y la cena se vuelve alegre y distendida.
Comienza el lanzamiento de cohetes y petardos, Moro y Luca se enloquecen, no saben qué hacer;  Paula los lleva a la sala extiende una manta en el piso y se acuesta con sus perros abrazándolos para dales seguridad y los va tranquilizando diciéndoles palabras tiernas. Pedro al ver la escena se acuesta al lado de su novia abrazándola y calmando a los perros.
Luego que pasan los fuegos artificiales y las bombas todo vuelve a la normalidad.
Ya comenzaron los flash de la cámara para retratar la Navidad en la cual los Chaves y los Alfonsos compartieron por primera vez.
Después a charlar y seguir brindado con amigos que se acercaron a la casa a saludar. Cuando despuntaba el alba se fueron a dormir, no sin antes que Paula realice su ritual diario para acostarse donde le agrega una máscara oscura para no sentir la claridad.
Pedro al verla sonríe y después de besarla en la mejilla, único lugar libre se acomoda para entregarse a un sueño profundo hasta después del mediodía.
Ella es la primera en levantarse, sin hacer mucho movimiento se dirige al baño y luego a la cocina prepara el mate y se dirige a la galería y dispone una mesita para esperar a su novio que si no va y lo levanta no lo hace solo;
-Gordo, te levantas hace un hermoso día.
-mmmmm voy.
Se levanta y luego de unos minutos aparece en la galería, besa a su novia y se sienta; toman mate mientras observan el paisaje y a sus perros que juegan sin cesar.
-El día está hermoso, vamos a tomar sol.
-Nooo, no me gusta estar sentado ahí.
-Dale, amor tenes que sacarte ese color ceniza.
-Yo no entiendo como podes estar tanto tiempo tirada al sol.
-Un ratito, si y después no te jodo más.
-mmmmmm está bien, pesada, vamos.
-Te amo gordi.
-Sí, si vamos haber cuanto aguanto.
Se dirigen a la pileta conde se encuentran las reposeras, ella le unta con un bronceador protector en la espalda y en el pecho:
-mmmmm creo que me está gustando esta parte de la tomada de sol.
-jajajajaja bueno adelante te la podes poner vos solito.
-No, seguí que lo venís haciendo muy bien.
-Bueno ya está.
-No señorita faltan las piernas.
-jajajajaja no seas abusivo.
-jajajajaja dale completa la obra, gorda.
Ella entre carcajadas y besos termina de colocarle en bronceador; se pasa luego por sus brazos y piernas y se dice:
-Gordo, ponéme en la espalda.
-mmmmm cada vez me va  gustando más.
Él con movimientos sensuales se lo unta en la espalda y más abajo también, las largas piernas hasta el diminuto biquini.
-Gracias amor.
Ambos permanecen al sol un buen rato; bueno el tiempo suficiente como para que Paula retrate en una foto que la sube a su cuenta de tw.
Pedro no permanece mucho tiempo en la reposera aunque casi se queda dormido, así que se levanta y se dirige a la pileta, cuando se tira Moro y Luca lo hacen con él.
A media tarde llegan los amigos y el hermano de Pepe y la algarabía en la pileta es mayor aún.
Por la tarde se van al ensayo y a su regreso; Paula se encarga de dar de comer a los perros y luego repara una ensalada acompañando carne al horno. Pedro se encuentra delante del televisor muy relajado en el sillón.
-Gordo!!! Podes poner la mesa?
El silencio es la respuesta, entonces ella viene y pone el mantel, los platos y una vez que está todo, lo llama.
-Pedro, venís a la mesa por favor.
-Sí voyyy.
-Gordo te pedí que me ayudes.
-No te escuche, gorda lo siento.
Cenaron en silencio y luego, ella recogió toda la mesa y Pedro se dirigió nuevamente al sillón.
_Mañana debemos conseguir a alguien que limpie la casa, gordo.
-mmmmm Bueno.
Esa noche ella se acostó temprano y Pedro lo hizo más tardes ya que jugó un buen rato a la Play.

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