Al
llegar la casa está en silencio, solo Luca y Moro salen a recibirla, baja las
bolsas del súper y comienza a ubicarlas en la alacena; Pedro entra a la cocina
y al verla que estaba bien y acomodando las cosas toma un vaso de agua y se va.
Cuando
él estaba en la sala, ella en la galería; cuando él estaba en la pileta con los
perros ella estaba en la hamaca debajo de un árbol. Así estuvieron todo el día
sin dirigirse la palabra, se prepararon cada uno por su lado y cuando
estuvieron listos, él encendió el auto y la esperó a que llavee la puerta; una
vez que están los dos en el auto arranca rumbo a la casa de Tito y Marcela como
hacen todos los días.
Éstos
últimos al entrar al auto ya se dieron cuenta que las cosas no estaban bien
pero ninguno de los dos hizo mención alguna. Cuando llegan al teatro saludan a
sus seguidores con la alegría de siempre pero como ambos llevan anteojos
oscuros no ven la tristeza de Paula y el enojo de Pedro; solo sus compañeros lo
notaron y Gustavo cuando tuvo oportunidad en el camarín, se lo dijo a Pedro:
-Que
en escena no se te note nada.
-mmmmm
que cosa???
-Lo
que está pasando entre ustedes dos, es evidente que no están bien.
-Ah
quedate tranquilo no se me va a notar nada.
-Si
necesitas una oreja, conta conmigo, si es que se puede saber.
En
eso ingresa Tito y Pedro continuó hablando sin problemas pero evidentemente
enojado.
-Discutimos
mal esta mañana pero esto ya viene desde que llegamos, todo le molesta, me
reclama por todo.
-Y
que es todo.
-Que
tiro la ropa, que no la ayudo en las tareas de la casa, boludeces que me hartaron.
-Bueno
tampoco te pidió algo descabellado por lo que veo.
-Pero
tampoco da que te viva cagando a pedo por todo.
-Vos
la ayudas en los quehaceres de la casa??
-Si
hermano eso, yo era un hippi cuando conocí a Xime y de apoco entre los dos nos
fuimos amoldando.
-La
cosa es vos queres o no queres vivir con ella? Porque la cosa es poner ambos
para salir adelante que vos colabores más y que ella baje un cambio.
…..
En
otro camarín la que hacía catarsis era Paula con Naza, con la diferencia que
ésta última debió contener a la primera.
-Calma
mi chiquita, todo va a salir bien ya vas a ver.
-Vos
crees??? Y si se va, como me lo insinuó?
-Qué
se va a ir, ese esta muerto por vos, olvidate son tormentas pasajeras.
-Pero
lo que yo le reclamo es solo un poco de ayuda, nada más.
-Paulita
la convivencia no es fácil y de estas tormentas van a tener siempre pero lo
importante es que cuando hay amor todo pasa, vos bajas un cambio y despacio vas
amoldándolo a tu gusto, no pretendas hacerlo de la noche a la mañana porque
desde ya te digo no lo vas a lograr.
-Si
tenés razón yo soy muy obsesiva del orden y el es lo opuesto.
-Bueno
todo se va a solucionar ya vas a ver, ahora preparate y que en el escenario no
se tiene que notar que lo queres morder en la yugular, todo debe ser amor.
-jaja
quedate tranquila y gracias.
Naza
la deja sola y ella se mira al espejo borrando todo rastro de su angustia,
estaba en esa tarea cuando entra Pedro y cierra la puerta.
-Qué
pasa?
Aunque
la vos de ella sonó fuerte, por dentro temblaba por miedo a lo que él le pueda
decir.
-Solo
vengo a decirte que nuestras cosas personales no se noten en el escenario, que
salgamos con todo como todos los días, el público nunca se debe enterar los que
nos pasa.
-Sí
por supuesto, así va hacer.
-Bueno
solo eso.
Y
se retira del camarin cerrando la puerta tras él. Ella queda observando la
madera.
La
función comienza y la sala está totalmente llena; las escenas se suceden una
tras otra hasta que llega la escena tan esperada por el público “El Beso” y que
esta vez para los actores se volvió el momento más difícil.
Pedro
la toma entre sus brazos y abre la boca como si fuera comérsela pero al hacer contacto
con ella es seco la presiona contra él y ella hace lo mismo, es lo que se llama
un beso ficcionado y no hubo llevada hasta la puerta esta vez.
Se
vio luego con los aplausos que el público no se dio cuenta de nada, los
recibieron con amor y los llenaron de regalos como todas las noches.
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