El
dolor de estómago de agudizó durante la noche y la madrugada acompañado
con fiebre, ya que cuando llegó comió
una fruta y una galletita que no llegó a terminarla.
Pedro
la acompañaba en el baño cuando ella quiso ir de urgencia ya que los espasmos
para devolver eran más que evidentes. Le mojaba el rostro que estaba ardido en
fiebre.
-Vestite
gorda y vamos a la clínica, estás pálida.
-Haaaaay
el dolor es insoportable amor.
Se
viste con un short corto y una musculosa, un poco de rubor en las mejillas y
brillo en los labios para disimular las ojeras y la palidez que tenía.
En
silencio es el viaje de ida y vuelta a la clínica ya con un diagnóstico certero
y medicamentos para la intoxicación de hígado que sufrió.
Llegaron
a la casa y ya se encontraba ahí su suegro y su cuñada con caras de
preocupación.
-Lo
lamento Hora es el hígado.
-jajajajaja
ya llegará pero lo importante es que te encuentre bien.
-El
dolor es insoportable y con fiebre peor.
-Bueno
anda a acostarte.
-No,
me aburro allá sola me voy al sofá.
-Bien.
Cuando
se fue su suegro ella volvió a tener una fuerte arcada y corrió al baño, Pedro
se encontraba afuera hablando con Celeste contándole lo que había pasado
realmente con Paula.
-Te
dejo cele, después te llamo, Paula está devolviendo de nuevo.
-Sí,
no hay problema y besos a Pau, espero y deseo que se mejore.
Él
corrió al baño para sostenerla mientras devolvía dentro del inodoro, todo su
cuerpo convulsionaba ante los espasmos que le provocaban las arcadas; cuando se
calmó Pedro no dudo en llevarla arriba al dormitorio y luego de ayudarla a
ponerse cómoda en la cama, abrió las cortinas y las ventanas para que la brisa
ingrese a la habitación.
-Gordo
me pasas agua por favor.
-Sí
amor ya te lo trigo.
Estuvo
mal todo el día, había momentos que su carita demostraba el dolor que sentía y
la fiebre que no ayudaba para aliviar un poco el malestar. Llega la tarde y
ella llama a Vernucci y le dice que no se sentía bien por un problema de salud
y escribe también en su cuenta personal una disculpa.
-Gorda,
me voy.
-Bueno
gordi, te voy a estar esperando ansiosa.
-Me
da no se que dejarte así.
-Es
tu trabajo gordo, yo voy a estar bien.
-Termina
y me vengo volando.
Cuando
Pedro sale ella intenta dormir pero es imposible, aunque está un poco mejor que
la mañana un trueno la asusta y más aún los que siguieron después.
-“Alguien
que me venga a cuidar, estoy mal y sola… novio, se fue a trabajar”
Rezaba
el tw que escribió y una lluvia de ofertas de enfermeras le Salió; realmente se
sentía pésimamente mal ya que volvió a tener puntadas agudas en el estómago
pero esta vez la llevaron al baño con mucha rapidez.
-Cómo
estás? amor.
-En
el baño, gordo regresaron las puntadas.
-Hayyy
amor, quisiera estar con vos encima parece que se viene una tormenta.
-Odio
las tormenta, amor pero me quedo en la cama con Luca y Moro.
-Bueno
ni bien termino vuelo a casa, cuidate.
-Sí,
trabaja tranquilo cielo voy a estar bien… eso creo.
En
ese instante un rayo muy cercano provoca un corte de luz y el viento se hace
sentir, la comunicación se cortó. Ella gritó del susto pero tuvo que continuar
sentada en el inodoro un rato más.
….
Cuando
Pedro llega a la Municipalidad lo primero que hace es enviar un mensaje a su
novia, preguntando cómo se encontraba no quería dejarla sola aparte que se
encontraba mal la tormenta que se venía no acompañaba mucho a sus nervios pero
el trabajo es el trabajo y debía ponerle toda las ganas.
-“Dios,
cuídamela.”
Dijo
en voz baja e ingresa al bullicio de las bambalinas del desfile en busca de
Celeste Roth para iniciar con las notas a todas las estrellas. Se cruza con uno
de los hermanos vernucci que al verlo le pregunta.
-Cómo
está Paulita?
-En
el baño jajajajajaj está mejor que esta mañana que devolvió varias veces.
-Huyyy
pobrecita, le das mis saludos y deseos de recuperación.
-Gracias
se los daré.
Luego
todo es vorágine las estrellas contentas y súper animadas hicieron las notas y
bromearon con Pedro; hasta que un rayo hizo presencia y la luz se cortó su
primer pensamiento fue Paula sola en la casa, llegó acompañado de relámpagos y
pequeñas gotas de lluvia, suaves al principio y luego como si hubieran abierto
las compuertas del cielo.
El
desfile había comenzado con todo el brillo y la alegría de la multitud que
había venido a verlo pero al poco tiempo de comenzar se debió suspender debido
al vendaval que cayó.
Todos
a resguardo dentro de la Municipalidad esperaban a que calme un poco la lluvia
para ir hacia los autos. Pedro se prende la campera y saluda a sus amigos
caminando hacia la salida.
-Pepe
a dónde vas???
-A
casa, Pau está sola y además se cortó la luz.
-Huyyy
pobre la pocha encima enferma.
-Hoy
estuvo re mal, vomitó toda la mañana y ahora los dolores.
-Qué
tome mucho líquido y que coma arroz con queso suave que no le va a caer mal.
-Gracias
Cele se lo diré.
-Besos
a la pocha y gracias Pepín.
Él
corre hacia el auto y de ahí a su casa, el solo pensamiento que ella se
encuentre sola y enferma con esta tormenta lo preocupa tanto que desea estar
viviendo más cerca de la ciudad.
Llega
y la casa está completamente oscura, el viento es impresionante pero baja en el
garaje y corre hacia la puerta, choca con algunos juguetes de Moro pero sube
las escaleras; no había llegado a la puerta cuando se encienden las luces, sin
mucho protocolo entra a la habitación y es recibido con un grito de Paula.
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