CAPITULO 21

Ni bien comienza a sonar la alarma ella lo apaga y se levanta, se dirige al baño, cuando sale lo ve a Pedro levantado.

-Qué haces, gordo.

-Te llevo al aeropuerto.

-Pero llamo un taxi así no te molestabas.

-Cuando regreso me acuesto de nuevo y listo.

Paula no insiste en que se quede porque a ella le encantó que él se levantara para llevarla, sabía que eso le costaba pero el hecho que lo haga era un gesto de amor.

Llegan al aeropuerto con el tiempo justo para abordar el avión, se despiden con un beso largo y tierno.

-Te voy a extrañar.

-Yo también, avísame cuando llegas y cuando salís de allá para venir a buscarte.

-Bueno no te olvides de cambiarle el agua a Moro y Luca.

-Sí no me voy a olvidar.

-La comida te la dejé en un bool con tapa colorada en la heladera.

-Gorda es la quinta vez que me lo decís, tampoco soy tan tarado.

-No te enojes pero…

-Ya se es la primera vez que los dejas, anda que ahí anunciaron tu vuelo.

-Me vas a extrañar???

-Mucho.

La vuelve a besar y la observa alejarse hacia el pasillo, el da media vuelta y se dirige al estacionamiento y emprende el viaje de regreso a la casa. El sol ya estaba brillante en un cielo sin nubes; era increíble pensar que la tarde anterior había llovido bastante.

Paula saluda a sus seguidoras desde el avión, anunciando su ida a Buenos Aires. Durante el día varios mensajes fueron y vinieron entre ella y su novio. En uno de los que envió por su cuenta personal de twitter a su cuñada Luciana pidiéndole que vaya a ayudar a su novio que se había quedado de amo de casa y la respuesta no se hizo esperar.

-Quedate tranquila, los está cuidando muy bien.

Cuando termina con las sesiones se dirige al aeroparque a esperar el vuelo que la llevaba de regreso a Córdoba, más precisamente a los brazos de su novio.

Pedro pesó gran parte del día solo, por la tarde vino su hermano hacerle compañía hasta la hora que debía ir al aeropuerto a buscar a Paula.

La esperó un buen rato debido a  una demora que hubo y que ella le avisó por chat. Cuando la vio en el pasillo sintió un hormigueo en la pansa, la había extrañado durante todo el día, lo reconocía al ver su sonrisa cuando lo mira.

-Amor, por fin.

Le dice abrazándola fuerte y apoderándose de su boca, en un beso interminable. No les importó si los reconocían o no, solo ellos y saciar en parte la ausencia de uno al otro en este primer día de convivencia en el que estuvieron separados.

Paula no paró de hablar y preguntar durante todo el camino a la casa. Entre risas pasan por un MC para llevar algo de cenar.

La casa es un alboroto de ladridos de bienvenida, ambas mascotas se le tiran encima buscando ser protagonistas de los mimos de su dueña, cuando todo se calma que comen y salen hacer sus necesidades, le dice su novio.

-Donde comemos gorda??

-En el cuarto gordo, estoy cansada y solo quiero bañarme, comer y dormir.

-Bueno anda a ducharte que yo llevo todo.

Él lleva las bandejitas del Mc se acomoda en la cama a esperarla, sale luciendo una musculosa y un diminuto short.

-Que calor en capital, no sabes lo que era.

-Acá también.

-Dormiste cuando volviste del aeropuerto.

-Sí por lo menos lo intenté, esos dos estaban insoportables.

-Comiste?

-No, no tenía ganas de cocinar para mí solo.

-Hay amor, pobrecito debes tener hambre.

-Bueno sí.

Se lo dice con una cara de niño abandonado que a Paula se le llenan los ojos de lágrimas y lo único que hace es tomarlo de la cara y besarlo con ternura pero con hambre.

-De eso también tenía hambre.

-Te extrañe mucho, amor.

-Yo también, pero…  y si comemos primero??

-jajajajajaja dale.

Cenan muy juntos mirando una película que él buscó en la televisión después ella junta todas las bandejitas y las bolsas y las lleva a la cocina; su novio ya estaba preparado para dormir cuando ella regresa a la habitación, entonces sin previo aviso le sienta sobre las piernas. Toma su rostro y comienza a depositar pequeños besos, él no tarda en reaccionar y la toma por la cintura y la acuesta a su lado.

-mmmmm no te imaginas lo que quería hacer esto.

Le dice a medida que se apoderaba de su boca en un beso que demandaba respuesta inmediata y fuerte que ella no tardó en dársela; así estuvieron mimándose hasta que la pasión se hizo presente y ellos la calmaron de la forma más audaz.